(Imagen de Champimuros recogida de sus redes sociales)
El reconocido youtuber gallego Santiago Caamaño, conocido en las redes por “Champimuros”, vió hace unos días como “desaparecía” ( el término correcto en el argot digital sería “baneaban”) su cuenta de Instagram que contaba con más de 650.000 seguidores. Recordemos que además en Tik Tok cuenta con más de 400.000 seguidores.
El propio “Champimuros” comentaba en su Tik Tok que de madrugada habían borrado su cuenta y presentaba un enfado mayúsculo, pues argumentaba que esas redes sociales eran su medio de vida.
Con el fin de seguir en contacto con sus seguidores, había creado otra cuenta “champimuros2” y donde se iban adhiriendo de nuevo los seguidores que en pocas horas ya sumaban más de 30.000.
Se desconocía la causa de este “apagón” contra “Champimuros” y algunos de sus compañeros/as youtubers se aventuraban a lanzar que la presión de poderosos “Pokémon” provocaba que Instagram aceptara retirar esa cuenta, sabedor de la hostilidad existente entre “Champimuros” y los conocidos como “Pokémon” y seguidores del también youtuber “Llados”.
Buceando por las redes y atendiendo a otras lógicas con más posibilidades, por nuestra parte nos decantamos por la propia plataforma de Instagram como la causante directa el cierre de la cuenta para que sirva de “aviso a navegantes” en cuanto al uso desmesurado que se hace usando el propio canal para “vender” productos o eventos y cercenando el pastel publicitario de ingresos a la propia Plataforma.
Si observamos los últimos vídeos de “Champimuros”, estos corresponden a anuncios de hamburguesas o concretamente a eventos donde la hamburguesa en la reina de la celebración, pero el caso que precedió al “apagón” fue concretamente de una autoescuela.
La cuenta ya está activa en instagram pero el susto no se lo quita nadie a “Champimuros” ni a cualquier youtuber que disponga de miles de seguidores y de noche a la mañana ve como desaparece su cuenta por “arte de magia” o no de tanta magia. Aún recordamos el caso de una chica en Estados Unidos al que le cerraran su cuenta de miles de seguidores y acudió sin dudarlo a las puertas de las oficinas de Tik Tok para implorar llorando que le devolvieran su cuenta.
Son los nuevos tiempos. Antes nos faltaban adjetivos para calificar a aquellos profesores que nos habían bajado “sin causa justificada” la nota; ahora no son “0” lo que asustan sino el “banear” tu cuenta.
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